"Saber mirar es saber amar" (Enrique Rojas)
Esta frase me hizo reflexionar mucho. Me hizo preguntarme: "¿Cómo miro a las personas y situaciones a mi alrededor? ¿Y qué efecto tiene esa mirada? ¿Puedo mejorar en algo?
Como dice Marian Rojas Estapé en su libro "Cómo hacer que te pasen cosas buenas":
"Mirar con atención devuelve el interés y la fascinación ante la vida. Debemos aprender a mirar la realidad con ojos nuevos, con ternura, sin dureza. ¿Qué hace falta para eso? Detenimiento y asombro....Si miras la realidad con indiferencia o hastío, dando todo por sentado, sin detenerte en los matices, lo más probable es que te atasques siempre en lo mismo, que te quedes constantemente con lo negativo, lo difícil, lo que no tiene solución sencilla."
¿Qué significa mirar?
La definición que ofrece Google es : "Dirigir la vista hacia algo y fijar la atención en ello".
Entonces mirar requiere atención y me atrevo a decir intención. Requiere hacer una pausa para detenerse a observar. En una cultura y sociedad donde se da tanto valor en hacer muchas cosas, en ser productivos, en el consumo rápido de la imagines, el detenerse a mirar es casi un acto de rebeldía.
¿Cómo miramos?
¿Cuántas cosas damos por sentadas en nuestro alrededor? A veces me ocurre de notar por primera vez algo que ha estado en mi casa o en mi jardín o en la ciudad desde hace mucho tiempo. O no me doy cuenta de que algún detalle ha cambiado.
Lo mismo ocurre con las personas que están en mi vida. Hablamos, nos pasamos al lado diariamente, compartimos espacio y muchas veces ni siquiera noto lo que llevan puesto. Nos acostumbramos a las personas o a una imagen superficial de ellas, y eso hace que las relaciones se estanquen, que se vuelvan aburridas y que pierdan su chispa.
Y si somos padres, ¿Cómo miramos a nuestros hijos, si es que los miramos? ¿Los miramos para criticarlos y corregirlos o para compararlos con otros niños?
¿Qué podemos hacer?
Como decía Wayne Dyer: "Si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miran cambian".
Y es verdad, lo he vivido personalmente.
Se trata de tomar cada día la decisión de mirar nuestro trabajo, nuestra familia, pareja, hijos, casa... con ojos distintos, nuevos.
Te invito a intentar hacer estos ejercicios regularmente.
- Con objetos o con la naturaleza: escoge un objeto cerca de ti, una pluma, una silla, una flor, un vaso, una planta, un cuadro y dedica unos minutos a mirarlo con interés, con curiosidad. Observa el color, la textura, la forma. Evita cualquier juicio, solo goza de observarlo. En una situación de total relajación mira con atención por un tiempo, sin pensar, solamente notando los detalles y descubriendo ese objeto como si fuera la primera vez que los ves. Quizás lo es.
- Con tu pareja: Dedica unos momentos de vez en cuando a mirar a esa persona como si fuese la primera vez que la encuentras, fíjate en su fisonomía, en su lenguaje corporal, profundiza tu mirada, en la forma que tiene de tratar a los demás y a ti mismo… no te acostumbres nunca a la persona de la que te enamoraste.
- Con tus hijos: Tus hijos son creaturas maravillosas en desarrollo. Busca momentos cuando puedes mirarlos con atención y curiosidad, para poder entender sus dones, su manera de pensar, para notar como interactúan con el mundo, con todas la cosas nuevas que descubren cada día. Otra vez, evita los juicios, los "debería", solo observa con curiosidad. Déjate sorprender.
- Con ti mismo/a: Encuentra un espejo y mírate la cara por un minuto. Mírate como si estuvieras mirando a alguien que nunca has visto antes. Mírate a ti mismo con compasión y mantente abierto a cualquier sentimiento que surja. ¿Cuándo fue la ultima vez que te miraste en el espejo? ¿Y cuando fue la ultima vez que lo hiciste si comentarios o pensamientos negativos? No es un ejercicio fácil lo se, si embargo puede ser muy útil para aprender a apreciarnos y amarnos más. Mírate sin juicio, sonríete, nota los detalles que cuentan tu historia y que normalmente en la prisa del día a día pasan desapercibidos.
Haz cada uno de estos ejercicio regularmente con atención, intención y curiosidad. Verás que poco a poco te acostumbrarás a ver más en profundidad, a notar cosas nuevas cada día, a mirar con el corazón además que con los ojos.
Yo me comprometo a hacerlo ¿Y tu?