¿Has aprendido algo nuevo hoy?
Como seres humanos, llegamos a esta tierra con el propósito, entre otros, de crecer, evolucionar y alcanzar un nivel de conciencia más alto. Sin embargo, muchas veces pensamos que, al ser adultos, ya lo sabemos todo. Nos aferramos a nuestras creencias y a lo que hemos aprendido hasta el momento, y dejamos de estar abiertos a nuevas ideas, a adoptar la mentalidad del aprendiz. Pero es precisamente eso lo que da sentido a la vida: crecer cada día, descubrir cosas nuevas y aprender con una mente abierta y curiosa.
Y si mantenemos esta mentalidad de crecimiento, podemos modelarla y transmitirla a nuestros hijos, ayudándolos a desarrollar esa curiosidad y amor por el crecimiento que les será útil durante toda su vida.
Así que te hago la pregunta otra vez:
¿Has aprendido algo nuevo hoy?
Quizás algo nuevo sobre tus hijos, algo que no sabías de ellos; tal vez has notado fortalezas que antes no habías visto. O algo sobre ti mismo/a: ¿has identificado un patrón que quisieras cambiar o descubierto una fortaleza o característica que nunca habías valorado? O tal vez un evento que te ha ocurrido te ha llevado a preguntarte: '¿Qué puedo aprender de esta situación?'. Quizás algunas personas con las que te has cruzado o las conversaciones que has tenido te han hecho reflexionar sobre un tema nuevo.
Es tan valioso e importante colocarnos en una posición donde no vemos lo que nos sucede en términos de bueno o malo, sino en términos de qué puedo aprender de esta experiencia, de esta situación, o incluso de esas personas incómodas que tengo frente a mí. ¿Qué puedo aprender sobre mí mismo/a? ¿Qué puedo aprender de mis hijos si los observo con más curiosidad? ¿Por qué se comportan de esa manera? ¿Qué mensaje quieren comunicarme?
Solo de esta forma podemos ser personas en evolución, personas que viven plenamente, que poco a poco van adquiriendo mayor consciencia y viviendo de manera más conectada con su ser, su mente, sus emociones y su cuerpo."
Así que te invito a hacerte esta pregunta cada noche, antes de cerrar los ojos: ¿Qué he aprendido de nuevo hoy?
No siempre tienen que ser cosas trascendentales o de gran valor filosófico; pueden ser pequeños detalles que nos ayudan a tomar un poco más de conciencia sobre una situación. Tal vez hayas probado una comida nueva y decidido si te gusta o no, o hayas descubierto una nueva ruta para llegar a un lugar al que vas con frecuencia, y que podría ser útil en el futuro (si hay tráfico por un lado, tomaré el otro). Cosas así, pequeñas, pero que nos ponen en una mentalidad de crecimiento continuo y nos hacen disfrutar mucho más de la vida.
Gracias por haber leído hasta aquí. Te deseo una semana llena de nuevos aprendizajes.
