La Disciplina Positiva es un estilo de crianza basado en la psicología Adleriana que ayuda a los adultos a acompañar a los niños en su desarrollo de manera amable y firme. Su objetivo es crear una conexión emocional entre los niños y cuidadores, fortaleciendo el vínculo natural y un entorno seguro en el cual los niños se sienten valorados. Este método ofrece soluciones a largo plazo, promoviendo límites sanos y fomentando la cooperación familiar.
Con la Disciplina Positiva, los niños desarrollan habilidades esenciales como la responsabilidad, el manejo emocional, la motivación intrínseca y la empatía, mientras descubren su verdadero potencial.
Estudios recientes demuestran que los niños, desde su nacimiento, buscan sentirse conectados y que aquellos que tienen un sentido de pertenencia portan mejor.
Ambos enfoques promueven el crecimiento personal, pero se aplican en contextos distintos y con objetivos diferentes. El coach se centra en el desarrollo personal o profesional del coachee, mientras que el asesor de Disciplina Positiva trabaja en el ámbito educativo y familiar, ayudando a los adultos a aplicar una filosofía específica con los niños.
Te hago un resumen aquí:
Si sientes que algunos de los métodos de crianza que aprendiste en tu niñez no sirven o no están alineados con tus valores, significa que necesitas nuevas herramientas más acordes a las necesidades de los niños de ahora y a tus valores.
La Disciplina Positiva ofrece esas herramientas de la siguiente manera:
Las sesiones individuales valen $55.
Se pueden adquirir paquetes de 4 sesiones por $200.
Los cursos y talleres tienen precios distintos
Tengo la certificación de Disciplina Positiva en Familia y en el Salón de Clase for la Positive Discipline Association (PDA)
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¡100% recomendado!
Cambia la forma de vivir y de reaccionar. Ya cambiamos hábitos y las respuestas en casa.
Me gustó conocer mis respuestas ante las situaciones y lo que más me impacto fue el cambio personal y pienso que podría ser más extenso para tocar más temas.
Grito menos y trato de buscar la razón de los comportamientos. Me gustan los cambios y sobre todo me encantó la nueva actividad con mis hijos de compartir sin pantallas.
Lo que más me impactó fue conocerme a mi misma, me ayudó a ver mi forma de ser y mi manera de reaccionar con sus consecuencias.
Siento que uno siempre tiene algo que aprender y nunca tomamos el tiempo de aprender acerca de como ser mejores padres y mejorar nuestra crianza
Lo que más me impactó fue que tocamos nuestros sentimientos, nos pusimos en la posición del otro (hijos u otros padres).
Me gusta que soy más conciente de las cosas y estoy mucho más observadora y escuchadora.
Me di cuenta de que no puedo ayudar y educar a mis hijos si yo no estoy bien conmigo misma.
Lo recomiendo, porque nuestros hijos lo merecen.
Ya hay cambios, me gustan, pero debo seguir practicando para que sean permanentes.
Un amigo psicólogo me recomendó hacer la master class. Me parece muy importante saber todo esto para una mejor crianza.
Lo que más me impactó fue conocer la forma en que me muevo emocionalmente en momentos de estrés porque pude ver como eso me afecta en la crianza cuando me siento abrumada y reacciono mal.
Me gustó aprender sobre la reunión familiar, hacer preguntas en lugar de dar órdenes, entender que detrás de cada comportamiento hay un sentimiento.
He logrado ser aún más paciente con mi hijo, soltar un poco más lo que no puedo controlar y entender sobre todo que no lo estoy haciendo mal.
También he empezado a implementar el tiempo fuera positivo y ha mostrado sus beneficios.
He sido más paciente con las pataletas de mi hijo, entendiendo que a su corta edad no sabe expresar lo que siente y que entendiendo con amor y respeto, la pataleta es mucho más llevadera y controlable.
El saber que, aunque parezcas que no, si se puede educar sin gritos ni golpes. Escuchar historias de otras mamás que pasan por lo mismo, saber que no eres la única con el problema. El curso me ayudó muchísimo a ser más tolerante, paciente a entender a mi hijo y sus reacciones.
Aprendí a tener más calma para resolver los conflictos o situaciones. Contar con el lugar de la calma, imprescindible evitar gritar y educar con respeto.
Me gustó conocer las actividades que me permitieron ponerme en el lugar de mis hijas, y sentir lo que sienten ellas y practicar la herramienta de la reunión familiar.
Me encantan los cambios, los de mis hijas y mi esposo también. Definitivamente hay cambios.
¡Este curso les cambiará la vida!
Lo recomiendo porque da herramientas para la vida que funcionan desde el primer momento
Me encantaría poder participar de una segunda parte del curso. O de más cursos similares a este. Seguir aprendiendo es de vital importancia para mi como madre. Re aprender y sanar.
Raffy nos enseñó el valor del error y cómo transformarlo en una oportunidad de aprendizaje. Los ejercicios que nos proponía eran muy preciosos, muy sencillos y al mismo tiempo, precisamente por eso, poderosos para hacernos conscientes de algunos aspectos en primera persona.
Raffy sabe acompañar con mucha humildad, ofreciendo un marco preciso y la vez flexible, capaz de adaptarse a las necesidades que van surgiendo en el momento.
Es una guía a mejorar y darle las mejores herramientas para educar, aprender a escuchar y darle oportunidad de plantear soluciones. Ellos lo pueden lograr.
Lo que más me impactó fue darme cuenta de que mi hijo responde a varias de las estrategias.
Me gustó practicar como preguntar en lugar de dar mandatos. Súper aplicable y con resultados!
Me ha servido muchísimo para controlar mi comportamiento y lo veo reflejado en el comportamiento de mi hijo.
Lo que más me impactó fue aprender como controlar lo que vamos a decirle a los niños.